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La exposición de tus palabras alumbra;
hace entender a los simples. SALMO 119:130

¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!
Más que la miel a mi boca.

De tus mandamientos he adquirido inteligencia;
 por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.

Lámpara es a mis pies tu Palabra
y Lumbrera a mi camino. SALMO 119:103-105

Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no
hay para ellos tropiezo. SALMO 119:165

Guardaré tu ley siempre, para siempre y
eternamente.  Y andaré en libertad, porque
busqué tus mandamientos. SALMO 119:44-45

Vengan a mí tus misericordias, para que viva,
porque tu ley es mi delicia. SALMO 119:77

Me he gozado en el camino de tus testimonios
más que de toda riqueza.

En tus mandamientos meditaré; consideraré
tus caminos.

Me regocijaré en tus estatutos; no me 
olvidaré de tus palabras. SALMO 119:14-16

Mejor me es la ley de tu boca que millares
de oro y plata. SALMO 119:72

La suma de tu palabra es verdad, y eterno
es todo juicio de tu justicia. SALMO 119:160